jueves, 26 de mayo de 2016

¿Nos relacionamos de manera correcta?

¿Realmente las relaciones entre personas son complicadas o las complicamos nosotros?


Hola amiga/o hace ya algunos meses que no escribo, realmente he pasado una época la cual la inspiración y el tiempo no me han ayudado mucho, pero aquí estoy, nuevamente para ayudar a que tu vida sea un poquito más fácil.

Realmente en estos meses he tenido la oportunidad de vivir diversas historias las cuales, aunque muchas no han sido muy agradables, me han ayudado a comprender un poquito mejor a las personas.



He conocido muchos perfiles:

-personas soñadoras; las cuales luchan cada día por sus sueños sin hacer caso de lo que digan los demás y son fieles a sus principios.
-Personas positivas; las cuales encuentran el lado bueno de todas las cosas y buscan soluciones a todos sus problemas.
-Personas cobardes; las cuales son incapaces de dar un cambio a su vida, de tomar una decisión y siempre suelen negar lo evidente.
- personas pesimistas y auto-destructivas; este perfil lo voy a definir con más detenimiento. 


Por desgracia lo común es encontrarse este tipo de perfiles, es común ver y hablar con personas que se sienten desgraciadas, que sienten auto-compasión hacia ellas mismas y pasan el día llorando y contando sus miserias. Estas personas son incapaces de sentirse felices, ni de valorar que tienen una familia, unos amigos, una vida, un futuro... Se sienten tan fracasados que su única fuente de descargar esa frustración es a través de la auto-destrucción.

Os voy a poner un ejemplo claro, cuando nos enamoramos o creemos estarlo.

El estado del enamoramiento nos hace débiles por así decirlo, ese estado nos perturba, nos hace ver a esa persona de manera idealizada, en nuestra cabeza creamos una imagen de esa persona endiosada, la vemos perfecta, la elevamos a un pedestal el cual realmente no merece, porque en la mayoría de los casos no han hecho nada por ti, no han hecho nada para ganar nuestra admiración. Por más que buscamos en ese estado algún defecto no se lo encontramos, cualquier gesto, cualquier comentario nos halaga... Buscamos cualquier excusa para alimentar más y más nuestra historia... Y muchas veces, esa historia no es real, y nos estrellamos contra un muro. 


Es en este momento donde la mayor parte de las personas no saben cómo afrontar la situación, ni la decepción. Muchas veces caemos en el error de pensar que la mejor opción para recuperar a alguien es reprocharle, llorarle e incluso humillarte delante de él/ella... Muchas personas no se dan cuenta que cuando una relación se rompe, no te valoran, te has fijado en la persona equivocada o en definitiva, no tiene ojos para ti... Tú no pierdes nada, realmente  quien de verdad pierde es él/ella, tú ganas la oportunidad de conocer a esa persona que de verdad valore lo que ofreces, que vea lo que vales, que se enamore perdidamente de ti y te haga sentir como jamás nunca nadie te ha hecho sentir. Ganas la oportunidad de vivir, de experimentar, de conocer, de disfrutar y lo más importante, de conocerte a ti mismo/misma.

Ahora bien, ¿Porqué sigue habiendo gente que prefiere llorar, lamentarse, aferrarse a una historia imposible, mantener una historia rota e incluso irreal... ?

 Porque son incapaces de afrontar su propia realidad, su propia soledad.

Las personas nos movemos por creencias, por culturas, por la sociedad. Vivimos en una sociedad la cual lo raro es estar soltera, si, la gente no te pregunta ¿porqué tienes novio?, no, la gente te pregunta ¿porqué estás soltera..?
Por este motivo andamos pensando diariamente en emparejarnos, en hacer amigos... Amamos, nos desilusionamos y volvemos a amar, es el ciclo de la vida.  

Por esta sencilla razón debemos de aprender a afrontar las rupturas de manera inteligente y natural, porque no te dejarán ni una vez ni dos, ni tampoco rechazarás ni te rechazarán, ni una vez ni dos veces. A todo el mundo no le puedes gustar ni todo el mundo te gusta a ti. No por mucho que te esfuerces quiere decir que se tengan que enamorar de ti ni tú puedes pretender mantener a tu lado a alguien que no quiere estarlo.

En cambio, existen otras historias aún más complicadas a la vez que arriesgadas y apasionantes...


 Historias que surgen sin más, que un día porque sí comienzan a aflorar unos sentimientos que jamás creías que sentirías. 
Un día te das cuenta que esa persona te importa demasiado, tú no querías que pasara, pero piensas en ella más de lo necesario ... De repente un día te vuelves loco/a, porque realmente tu vida se suponía que estaba trazada, tu futuro claramente estable... Y sin más, aparece una persona que te sorprende, que cada día te demuestra que puede aportar más, que sin darte cuenta te apetece hablar con ella/él , saber más de ella, y te asustas... 

Intentas huir, te escondes, niegas mil veces  lo evidente

Incluso te han declarado su amor y te ha dado tal miedo que te has cerrado en banda fingiendo ser solo amigos y escondiendo las ganas que verdaderamente sientes. 
Realmente tú sabes cómo yo, que las cosas no son así, que entre vosotros hay algo más y más intenso de lo que imaginas.
Desde mi punto de vista esto se llama cobardía, discúlpame.


Muchas veces esas situaciones  se solucionan enfrentándose a ellas, dando el salto que nos falta. 
Hay un ejemplo  que me gusta mucho, es un ejemplo perfecto para definir las relaciones y los miedos al cambio... 
Yo comparo las relaciones con piscinas, jeje, si, me explico ;)

Todos tenemos o hemos tenido alguna vez una pareja (a partir de ahora la compararé con una piscina) , cuando el agua está cristalina, la depuradora funciona y se le realiza un mantenimiento adecuado da gusto bañarse en ella.
 De lo contrario, si la depuradora comienza a fallar, el agua comienza a enturbiarse y cada vez cuesta un poquito más mantener esa sensación de placer al sentir su agua. Comienzan a aparecer tentaciones de irnos a bañar a otras piscinas, pero en cambio seguimos sin hacer nada para echar a andar la depuradora y la piscina cada vez está más sucia (la rutina). 
Una vez aquí, las ganas de irse a bañar a otras piscinas cada vez son más grandes y comienzas a visualizar piscinas nuevas cerca de ti, miras a tu alrededor y visualizas que la piscina que tanto tiempo has estado cuidando está completamente verde y que incluso están empezando a salirle ranas... Tienes otra piscina al frente, que aunque aparentemente no esté muy llena puede que te encuentres la sorpresa de que haya agua. 
Muchas personas se quedan toda su vida con esa duda, pensando en lo que podría haber sido y no fue, por cobardes.

Da el salto, prueba ese agua nueva, parece cristalina, ya tendremos tiempo de pensar después los daños colaterales.
Aprovecha amiga/o las oportunidades que te ofrece la vida, porque si de algo estoy segura es que de los cobardes no hay nada escrito;)

Sé feliz siempre.
Nunca, dejes de soñar;)